Ingredientes:
- Aguacate (1)
- Cebolla (media)
- Tomate (medio)
- Chile (1)
- Sal
- Limón (1)
- Cilantro fresco
- Pela el aguacate, saca la pulpa con una cuchara e introdúcela en un bol. Deja el hueso en el bol, dicen que así la pulpa del aguacate no se oxida (no se oscurece).
- Pela y pica la cebolla en trocitos pequeños (yo he usado chalotas en esta ocasión) y añádela al bol del aguacate.
- Pela y pica el tomate en trocitos pequeños y añádelo al bol. Yo he usado medio tomate ya que era un tomate de gran tamaño.
- Quita el pedúnculo al chile, pícalo y añádelo al bol.
- Enjuaga, seca, pica y añade también el cilantro fresco.
- Sazona a tu gusto.
- Añade zumo de limón a tu gusto.
- Mezcla todos los ingredientes triturándolos ligeramente con un tenedor.
- Comprueba la sazón y corrige si es necesario.
- Sirve.
Pela un aguacate maduro sacando la pulpa y añadiéndola a un bol. Dicen que el hueso lo protege de la oxidación. |
Añade cebolla picada. Yo en esta ocasión he usado chalota. Nunca lo había hecho y la verdad.. ¡queda muy bien!. |
El tomate que tenía era de gran tamaño así que solo utilice la mitad (para un solo aguacate). |
El tomate lo pelo y lo corto en trocitos pequeños. No me gusta la piel del tomate en ensaladas ni en el guacamole. |
Aquí está ya el tomate incorporado al bol junto al aguacate y la cebolla (en este caso chalota). |
Añado también el chile picadito y cilantro fresco picado. |
Trituro ligeramente con un tenedor y mezclo los ingredientes. |
Tras servir, el guacamole que me sobró lo guardé en una fiambrera (junto al hueso por si es verdad eso que cuentan que se conserva mejor) en la nevera. |
Para conservarlo en fiambrera introduzco el hueso (por si acaso tienen razón los que dicen que ayuda a conservar). |
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