El que no haya probado aún la ventresca de atún rojo, no sabe lo que se pierde. Es un bocado tan exquisito y tan fácil de preparar como poner una gota de aceite de oliva virgen extra sobre la sartén y ponerlo un minuto por cada lado.
Lo que quizás os resulte más difícil es conseguir una pieza así. Yo vivo en Málaga, cerca del Estrecho de Gibraltar y aquí no resulta difícil conseguir atún de almadraba a buen precio incluso fuera de temporada (congelado). El que tenga la suerte de dar con este manjar disfrutará con los suyos de un bocado sano, sensacional y fácil, muy fácil de preparar.
Lo que quizás os resulte más difícil es conseguir una pieza así. Yo vivo en Málaga, cerca del Estrecho de Gibraltar y aquí no resulta difícil conseguir atún de almadraba a buen precio incluso fuera de temporada (congelado). El que tenga la suerte de dar con este manjar disfrutará con los suyos de un bocado sano, sensacional y fácil, muy fácil de preparar.
Habréis oído ultimamente mucho en contra de la pesca-venta-cocina del atún rojo. Algunos cocineros famosos he oído que dicen "ya no cocino atún rojo, está en peligro de extinción"... me parece un error; una cosa es que se abuse de su pesca, la pesca intensiva del atún rojo hace mermar su población, pero no así la pesca tradicional (y selectiva) que se practica en las almadrabas (leer artículo de Fernando Huidobro en Apicius).
Bueno, vamos con la receta de hoy que como ya digo es más sencilla que el mecanismo de un botijo. La he acompañado con una ensaladilla de pimientos que podréis ver como se hace en una de las primeras recetas del blog: "lubina a la sal con pimientos asados".
Hasta pronto...
No hay comentarios:
Publicar un comentario