Ábrelas pegando un cuchillo a la concha plana y deslizándolo sobre esta.
Con una puntilla despega la otra concha.
Retira todas las telillas y vísceras y enjuaga el molusco. Al final solo debe quedar un gran músculo blanco terso y lo que denominamos “coral” cuyo tamaño puede variar y que es de un color anaranjado brillante (unas veces más claro y otras más naranja).
Cuece todas la vieiras en agua hirviendo con abundante sal durante un minuto y medio.
Añade sal, pimienta negra molida y zumo de limón a tu gusto.
Sirve cada vieira con su coral correspondiente. Es tradicional servirlo sobre sus conchas (bien limpias) aunque yo las he servido en esta ocasión en cucharillas individuales.
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