Enjuaga pimiento verde, rojo, berenjena y calabacín. Sécalos.
Retira los pedúnculos y las semillas a los pimientos.
Corta menudo el ajo, la cebolla, el pimiento verde, el pimiento rojo, la berenjena y el calabacín.
Ralla el tomate para eliminar las pieles. Tritura la pulpa de los tomates.
Pon el aceite en una olla a fuego alto.
Sofríe el ajo, la cebolla y los pimientos verde y rojo con un puntito de sal.
Incorpora la berenjena y el calabacín. Sazona. Mezcla todo bien. Deja que sofrían.
Añade el tomate rallado. Mezcla, baja el fuego y deja cocinar al menos 30 minutos.
Prueba y corrige a tu gusto. Quizás necesites añadir azúcar si está ácido o sal si está soso.
Si gustas pon una pizca de comino molido.
Deja cocinar a fuego lento hasta que haya reducido toda el agua.
Deja reposar.
Sirve.
Nota:
Las cantidades que he puesto son meramente informativas. Utiliza la cantidad de ingredientes que gustes. Yo nunca las mido. Depende más de lo que tenga por casa que de ninguna medida concreta.
Puedes usar tomate natural triturado. Hay botes ecológicos de muy buena calidad.
En primer lugar prepara en un mortero o en una máquina trituradora una mezcla de ajo -sin germen- perejil y aceite de oliva.
Pela la patata, enjuágala, sécala, repásala y córtala en rodajas o medias lunas.
Pongo las patatas a freír en abundante aceite a fuego alto moviéndolas para que se separen. Las frío hasta que estén doradas y crujientes.
Cuando las patatas estén a punto de terminar de freírse pon una sartén a fuego medio-alto (7/10) con unas gotas de aceite de oliva. Sofríe un par de ajos laminados con la guindilla. Cuando los ajos empiecen a “bailar” se incorpora las cocochas que se harán en apenas un minuto o dos (depende del tamaño). Apaga el fuego.
Cuando las patatas estén fritas sácalas de la sartén con la espumadera e introdúcelas directamente en la sartén de las cocochas.
Sazona, pon un poco del majado de aceite-ajo-perejil sobre ellas. Sube el fuego al máximo para calentar un poco y sirve.