Ábrelas pegando un cuchillo a la concha plana y deslizándolo sobre esta.
Con una puntilla despega la otra concha.
Retira todas las telillas y vísceras y enjuaga el molusco. Al final solo debe quedar un gran músculo blanco terso y lo que denominamos “coral” cuyo tamaño puede variar y que es de un color anaranjado brillante (unas veces más claro y otras más naranja).
Cuece todas la vieiras en agua hirviendo con abundante sal durante un minuto y medio.
Añade sal, pimienta negra molida y zumo de limón a tu gusto.
Sirve cada vieira con su coral correspondiente. Es tradicional servirlo sobre sus conchas (bien limpias) aunque yo las he servido en esta ocasión en cucharillas individuales.
En una sartén pequeña echamos el aceite y freímos la matalauva apartánola rápidamente del fuego para que esta no se queme.
En un bol grande, mezclamos la leche, el azúcar, la harina y la levadura Royal®, batiéndolo todo muy bien.
Cuando el aceite con matalauva haya enfriado un poco lo incorporamos al bol y mezclamos hasta obtener una mezcla uniforme.
Ponemos un papel de horno sobre la bandeja de hornear y echamos la masa sobre él.
Horneamos media hora a 180º C.
Cuando falte unos 5 minutos, clava algunas almendras en la superficie y con la punta hacia abajo.
Deja hornear los 5 minutos que faltan.
Decora si quieres haciéndole unos agujeros con un tenedor, echando por encima un poco de azúcar, de matalauva… hay quién también le pone canela en polvo. A tu gusto.